Un alma tranquila hace que los tiempos difíciles sean superados.
Las dificultades me dan la oportunidad de ejercer mi enfoque y determinación. Durante los momentos difíciles me concentro en mantener mi alma tranquila. Este enfoque me ayuda a conquistar los problemas que enfrento.
Evito reaccionar impulsivamente ante las situaciones difíciles que me toman por sorpresa. Si bien es fácil permitir que el enfrentamiento me genere enojo, elijo tomar el camino más alto.
El nutrir mi espíritu con el paso de los años me ha permitido encontrar diversas formas para poder mantener la calma en tiempos de crisis. El lograrlo nos permite desarrollar la voluntad de superar las situaciones más difíciles.
Cuando encuentro resistencia, mi primer paso es calmar mi mente y trato de observar las circunstancias. Lo mejor en estos casos es no caer en el juego del estrés, la impaciencia y la ira.
El engancharnos con la negatividad solo sirve para empeorar cualquier situación. Nuestro objetivo primordial es superar los conflictos y los problemas. Además de contrarrestar la negatividad con positividad y paz.
Es importante conectar con nuestra sabiduría interna para manejar los tiempos difíciles. Esto nos permite actuar desde un razonamiento tranquilo
Cuando mi alma está tranquila, soy capaz de pensar las cosas. Al rechazar la incertidumbre, el estrés me da la calma para poder tomar decisiones inteligentes y generar mejores resultados.
En la calma podremos superar cualquier obstáculo. Nuestra creatividad podrá aflorar y así podremos transformar los obstáculos en oportunidades.
Desde una visión luminosa podrás ver cuan valiosos y significativos son los obstáculos en nuestra vida.
Aplica esto en cualquier área de tu vida.
Janine Ledo
Fundadora y Capacitadora Lider
Anandaluz Inteligencia Espiritual